CHAU



Nunca me ha gustado leer lo que escribo. Me hace recordar sentimientos que escribí por bronca de no poder contárselo a alguien, por ganas de saber explicarme a mí misma mis propios sentimientos. Cuando vuelvo a leer los mismos pensamientos, me dan ganas de corregir frases, de corregir palabras o expresiones. Eso es lo que no me gusta, aunque quiera NO SE PUEDE CAMBIAR EL PASADO. Por ello, nunca vuelvo a leerlo. Se que está ahí, se mue bien lo que sentí, y, muchas veces, lo tonta que fui. Bien habiendo sido felizmente ilusa, o bien dándole demasiada importancia a cosas que ahora ya no la tienen. Por ello, incluso este es uno de esos muchos textos a los que dije y diré adiós.